Es una moneda digital descentralizada, es decir, no pertenece a ningún país o institución, no está controlada por ninguna autoridad y se puede obtener de cualquier persona de cualquier parte del mundo sin restricciones. Esto lo convierte en una excelente opción para hacer negocios a nivel internacional, ya que no hay que lidiar con tipos de cambio.

También puede ser una opción mucho más segura que las monedas convencionales, ya que todas las transacciones de Bitcoin están encriptadas y es muy difícil falsificarlas. Quizás se pregunte cómo funciona esto, ya que no hay instituciones financieras que emitan Bitcoin, ¿Cómo puede obtenerlo? Bueno, hay algunas formas de hacer esto, pero una de las más comunes es a través de un intercambio.

Un intercambio actúa como intermediario entre Bitcoins y entre la moneda real (generalmente los Rand sudafricanos o estadounidenses). Los clientes depositan su moneda fiduciaria en el intercambio y se les transfiere la misma cantidad de Bitcoin de otra cuenta. El intercambio actúa como intermediario, lo que lo convierte en la opción obvia para los principiantes que pueden estar menos familiarizados con el comercio y conceptos similares.